El mundo cambia a nuestro alrededor a una velocidad de vértigo, las condiciones del mercado obligan a las compañías a innovar rápidamente y sobre todo a ser capaces de hacerlo con más frecuencia de la que a veces, incluso, les gustaría. Esto genera que tanto nuestros sistemas, procesos y maneras de pensar estén obligados a renovarse también. Cualquier profesional que no quiera ser relegado del vigente marco empresarial debe innovar y generar nuevos comportamientos, que le permitan adaptarse a las nuevas reglas descritas a nuestro alrededor.

El coaching se manifiesta como un método muy potente para ayudar al ejecutivo a mantenerse en continua transformación. Lo habitual es que un proceso de coaching comience con una gran dosis de energía e implicación por parte del coachee.

¿Por qué, en general, surgen resistencias en el proceso de coaching cuando este trabajo nos posiciona como mejores profesionales?. ¿Por qué nos resistimos al cambio?. La gestión de las resistencias dentro de un proceso de coaching es una de las tareas más complejas a las que todo coach ha de enfrentarse. Para conseguir la motivación del coachee, el reto (con mayúsculas) consiste en abordarlas, trabajarlas y aprender de ellas. ¡De esto depende nuestro éxito!

Coach, Consultora de Recursos Humanos y Formadora. Trabaja el desarrollo directivo a través de las competencias “clave” para el puesto: habilidades de comunicación, sociales y directivas.

Ha desarrollado su vida profesional en consultoras de capital nacional e internacional, donde ha ocupado puestos de responsabilidad en el área de recursos humanos, formación, desarrollo y captación de capital humano.

De esta experiencia profesional ha trabajado sobre las necesidades empresariales donde sus profesionales tienen que ser altamente competentes para enfrentarse a un mercado muy exigente en continuo cambio.

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